Que el amargo del momento se hace puro en el recuerdo. La cometa alcanza una altura temeraria. El hilo que la mantiene unida a su origen tal vez esté ahora mismo demasiado tenso, un paso en falso, y puede que todo termine, la cometa vuele sin rumbo y se lleve lo que en algún momento del pasado te pertenecía.
Hoy es el mañana que ayer te preocupaba.
A veces muero por dejarlo, dejar marchar la cometa y con ella, todo lo que pueda arrastrar la corriente. Porque duele menos perder en el juego, que perder el tiempo sin jugarlo.
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