No subestimes nunca el poder de la negación.
La lluvia distorsiona su imagen a través de la ventana, y el humo de su cigarrillo apenas permite identificar con claridad la expresión de sus ojos. Es genial comprobar que aún tienes la capacidad de sorprenderte a ti mismo. No llamemos conformismo al abismo que tenemos por delante.
Tengo ganas de que vuelvas para poder decírtelo. Tengo ganas de que tu sombra sea lo que alumbre el día de mañana. Pero esa silueta ya ha desaparecido, y el frío del invierno se va apoderando de cada rincón cargado de ausencia, que, en este mismo instante, atesta cada uno de mis suspiros.