Y si las cosas tienen que salir mal lo harán, no importa el modo en el que intentemos mirarlo, simplemente siempre, siempre, siempre ocurre así.
No me considero la persona más afortunada del mundo, pero tampoco al contrario. Supongo que se necesita algo: “Mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del Milenio. Mejor que los andares de Ally Mcbeal, Marilyn, la Pitufina, Lara Croft, Naomi Campbell y el lunar de Cindy Crawford. Mejor que la cara B de Abbey Road, los solos de Hendrix. Mejor que el pequeño paso de Neil Amstrong sobre la Luna, el Space Mountain, Papa Noel, la fortuna de Bill Gates, los trances del Dalai Lama, las experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger” para evitar todo eso.
Tal vez sea demasiado supersticiosa o crea en demasiados mitos, pero de lo que estoy segura es que no hay nada mejor que unas gotitas de felicidad cuando realmente lo necesitas.
"Soñar es gratis"