No hablo de excepciones, sino de realidades, porque "cuando el tiempo nos separa los recuerdos nos consuelan"
El hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras. Y yo, con este blog, decidí hacerme esclava de mis palabras, y apartar el silencio.


Seáis bienvenidos, seres únicos.







martes, 29 de mayo de 2018

Dueles.

Ojalá las cosas volvieran a ser como antes. Ojalá presente y futuro, pero conjugados en el pretérito más perfecto y menos simple que jamás he conocido. 
¿Sabes? llevo tiempo preguntándome que he hecho mal, comiéndome la cabeza hasta terminar comprendiendo que ahora ya solo soy diana, para cada uno de tus dardos. Y duele, joder. Que disparas directo al corazón y eso es robar vidas. Que lo haces con tanta fuerza, que atraviesas papel y dejas marcas, pero de esas, de las que parece que no vayan a quitarse nunca.
Y que sí, que a mi ya me han roto, y quizás más de un par de veces, pero esta vez, quien lleva el arma eres tú, y supongo que eso me hace aún más vulnerable. 
Quizás debí preguntarme, que quien coño querría versos, sabiendo que tú ya eres poema. Igual ese fue mi error. 
Sé de sobra, que no te voy a encontrar en nadie, porque todos dejamos huella, y tratamos de cerrar heridas para evitar que escuezan. Pero también sé, que tú tampoco me encontrarás en nadie. No es una amenazada, sino una realidad, de esas que llegan de frente pero tratando de evitar el golpe. 
Yo, voy a dejarte ser feliz, sea conmigo, o sin mí. Porque "amor" es despegarte de quien fue salvavidas, afrontar los problemas cuando ya están aquí, y dejarle el camino libre, por mucho que duela. 

Siempre he pensado que salir corriendo es de cobardes, pero sobretodo, si decides hacerlo por la puerta de atrás.  Supongo que es, porque yo siempre he sido más de quedarme esperando. Y sí, que a pesar de todo, aguanté. Viví creyendo que el "puedo" pudo haber vencido al "quiero", pero no te culpo, porque a veces uno quiere ser epicentro de abrazos, y al final, termina con la soga al cuello. 

Lo que duele, es que los lunes ya no son menos lunes. Que hay canciones que no volverán a sonar en el coche, y que tal vez, termines con un calcetín desemparejado, como metáfora de la vida. Ya no sé si lo que has perdido conmigo es el valor, o las ganas. 
Dicen que a veces es necesario desconectar para volver con más fuerza. Que en determinados momentos nos sobra ilusión y nos faltan dudas. Que a veces, el echar raíces, se nos antoja demasiado pronto. 

Parece ser que Roma, que al revés es amor, se convirtió en ruinas antes de tiempo. 
Algo así como jugar al ahorcado, pero que quien termine ahogándose, sea yo.

Y joder, 
me aferro a la idea de pensar, 
que eres la ecuación más jodidamente perfecta que ha pasado por mi vida, 
pero también,
esa que nunca conseguiré resolver.
Eras tú o yo, 
pero no, 
nosotros.