Ojalá las cosas volvieran
a ser como antes. Ojalá presente y futuro, pero conjugados en el pretérito más
perfecto y menos simple que jamás he conocido.
¿Sabes? llevo tiempo
preguntándome que he hecho mal, comiéndome la cabeza hasta terminar
comprendiendo que ahora ya solo soy diana, para cada uno de tus dardos. Y
duele, joder. Que disparas directo al corazón y eso es robar vidas. Que lo
haces con tanta fuerza, que atraviesas papel y dejas marcas, pero de esas, de
las que parece que no vayan a quitarse nunca.
Y que sí, que a mi ya me
han roto, y quizás más de un par de veces, pero esta vez, quien lleva el arma
eres tú, y supongo que eso me hace aún más vulnerable.
Quizás debí preguntarme,
que quien coño querría versos, sabiendo que tú ya eres poema. Igual ese fue mi
error.
Sé de sobra, que no te
voy a encontrar en nadie, porque todos dejamos huella, y tratamos de cerrar
heridas para evitar que escuezan. Pero también sé, que tú tampoco me
encontrarás en nadie. No es una amenazada, sino una realidad, de esas que
llegan de frente pero tratando de evitar el golpe.
Yo, voy a dejarte ser
feliz, sea conmigo, o sin mí. Porque "amor" es despegarte de
quien fue salvavidas, afrontar los problemas cuando ya están aquí, y dejarle el
camino libre, por mucho que duela.
Siempre he pensado que salir corriendo es de cobardes, pero sobretodo, si decides hacerlo por la puerta de atrás. Supongo que es, porque yo siempre he sido más de quedarme esperando. Y sí, que a pesar de todo, aguanté. Viví creyendo que el "puedo" pudo haber vencido al "quiero", pero no te culpo, porque a veces uno quiere ser epicentro de abrazos, y al final, termina con la soga al cuello.
Lo que duele, es que los
lunes ya no son menos lunes. Que hay canciones que no volverán a sonar en el
coche, y que tal vez, termines con un calcetín desemparejado, como metáfora de
la vida. Ya no sé si lo que has perdido conmigo es el valor, o las ganas.
Dicen que a veces es
necesario desconectar para volver con más fuerza. Que en determinados momentos
nos sobra ilusión y nos faltan dudas. Que a veces, el echar raíces, se nos
antoja demasiado pronto.
Parece ser que Roma, que
al revés es amor, se convirtió en ruinas antes de tiempo.
Algo así como jugar al
ahorcado, pero que quien termine ahogándose, sea yo.
Y joder,
me aferro a la idea de pensar,
me aferro a la idea de pensar,
que eres la ecuación más jodidamente perfecta que ha pasado por mi vida,
pero también,
esa que nunca conseguiré resolver.
Eras tú o yo,
pero no,
nosotros.
Eras tú o yo,
pero no,
nosotros.