La misma que canta y baila

Sí, soy de esas que se dedican a buscar tréboles de cuatro hojas cuando viaja, la que se asoma por la noche a la venta en busca de una estrella fugaz, la que sueña con que llege la fecha de sus cumpleaños para poder pedir un deseo.
Soy la maníatica del orden, de la limpieza. Pero que luego tiene todo desordenado.
La que intenta que la crean valiente, cuando en el fondo es más frágil que una muñeca de porcelana.
La que sueña demasiado, si, diría yo que en exceso.

No solo dependes de una persona,sin darte cuenta despiertas los sentimientos de los demás, y no por lo que dicen, sino por lo que eres y lo que vales.

Mezz´ora ♥

La gente dice que si no has vivido la experiencia de saltarte las normas, no vives al máximo.

Cosas tan simples como un dibujo en la pared de un parque, un grabado en un árbol o el hecho de saltar una valla hacia un terreno desconocido hacen tener un subidón de adrenalina, como un sentimiento de que la sangre corre más rápidamente por tu interior, que te impulsa a chillar, a descargar todo lo que llevas dentro,  a morder, a empezar a tocar las teclas de un piano sin sentido, a agitar las cuerdas de la guitarra sin reglas, a sentirte tu misma, sin ataduras. Es una sensación de libertad.

No cometas el mismo error.

Enamórate del que te quiera enseñar un mundo sin fronteras ni horarios, al que no le importe tu imagen, del que te de la mano delante del mundo entero y cuando te presente a sus amigos puedas oírle susurrar: Es ella.

El que te diga todo lo que para el significas, del que solo recuerde los buenos momentos juntos y sobre todo, de aquel que te haga sentir como una princesa viviendo un sueño.

Dices que carezco de aquello a lo que algunos llaman suerte.

Y que estemos los dos solos dando tumbos por Madrid, ese es el objetivo que algún día me propuse y tengo la intención de cumplir.

Creo que me sobran las razones para poder decir que necesito tenerte a mi lado. Creo que nunca es demasiado tarde para un nuevo comienzo y puedo afirmar que la distancia, al fin y al cabo, ha terminado por unirnos.

Hace tiempo escuche hablar de una teoría, Shopenhawer, que consiste en pensar repetidas veces en un determinado concepto y al final, lo que con tanto anhelo has deseado, acaba cumpliéndose. He de confesar, que por experiencia personal, nunca han llegado a cumplirse esos deseos, pero yo seguiré pidiendo el mismo, porque como tu bien dices, lo último que se pierde es la esperanza.

Te abrazaré y te diré… ¿Te acuerdas de aquella tarde en la que te prometí un para siempre?. Lo decía enserio.

El tiempo pasa factura y sin darte cuenta ves que ya es demasiado tarde para volver atrás, me arrepiento de no haber sido más astuta que él, de no haber llegado a reconocer que no puedo dejar de pensar en 27, que cada segundo que pasa me arrepiento de haber ignorado todas esas miradas, haber perdido tus abrazos, todas esas caricias que nunca llegaron y  las palabras que de nuestras bocas nunca salieron.

Tal vez sea el precio que haya que pagar por ser una simple soñadora o por no haber conseguido llegar a alcanzar la perfección.

Hace tiempo descubrí que mi único rival eran mis debilidades, y pelear por mis sueños es la única forma de recuperarme. Dejé de temer la posibilidad de perder, supe que no era yo la mejor y quizá nunca lo sea, pero me dejó de importar quien ganara o perdiera.

Demasiados recuerdos y pocas realidades.

Cierra los ojos, ahora imagina que estamos solos, que me muero por qué me beses, que sueño todos los días que lo haces, que me vuelvo idiota cuando me miras y no soy capaz de hablar cuando me preguntas o

de no emocionarme cuando me sueltas un: -te quiero y sobre todo,que no encuentro la forma de ignorar esas sonrrisas complices cada vez que te miro a los ojos.

Imagina que todo esto es cierto.   

¿Me besarías?

Se me olvida olvidarte.

Te quiero, ¿lo entiendes? Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero. Podría repetirlo hasta que mis labios se sequen y las palabras dejen de tener sentido. Podría escribírtelo en francés o en chino, al revés, con letras rojas o con tinta invisible. Podría tatuármelo en la frente, para que lo vieras cada vez que me miraras. Podría hacer que un avión lo escribiese en el cielo, como en las películas, o que apareciese en el marcador, en medio de un partido de fútbol. Pero no me gustan los aviones ni los partidos, ni se hablar chino ni francés, me dan miedo las agujas y nunca supe encontrar tinta invisible. Solo me queda decírtelo.
-Te quiero. ¿Lo sabías?

Solo una pizquita más de esa sensación inevitable al recuerdo.

Sonríe y deja que el mundo se pregunte porque.

Ésta eres tú. Distinta al resto, quizás. Eso depende de qué ojos te miren. Pero la verdad es que te es totalmente indiferente lo que puedan pensar de ti. Sabes muy bien cómo eres, sabes muy bien qué eres.
 Sabes perfectamente qué quieres. Y ahora mismo no podrías estar en un lugar mejor, ni encontrarte mejor de lo que estás ahora. Y es que te gusta todo tal y como está. Sin cambios, sin modificaciones. Es mejor dejarlo todo así, tal cual.

-Sabes?  Estamos rompiendo las reglas… Pero yo no me voy a echar atrás, seguiré haciendo lo que me plazca, disfrutaré cada momento junto a ti  y tentaré a la suerte. Total, ¿Qué más da? Iré al infierno de todos modos...

Dejó volar de nuevo sus fantasías.

Simplemente, no lo entienden, nunca lo han hecho y nunca lo harán. Lo único que saben es echarte todo en cara, como de costumbre. Lo cierto es que nunca han intentado buscar en tu interior, no les interesa tu delicada tristeza. Hazte a la idea, solo estarán a tu lado cuando la felicidad alumbre tu camino, mientras tanto considérelas simplemente conocidos.

Y No te preocupes, algún día tu príncipe encantado vendrá a buscarte. El mío cogió un camino equivocado, se perdió y es demasiado cabezota para preguntar por la dirección correcta.

Caminos interminables.

Hay momentos que pasan sin querer, sentimientos que sentimos sin querer y personas que encontramos y no queremos perder.

Todo es demasiado complicado, en la vida hay que tomar demasiadas decisiones y no siempre elegimos el camino correcto.

Dicen que la felicidad es hacer lo que deseas, desear lo que haces y no soñar tu vida, sino vivir tu sueño, ojalá sea cierto, porque sino estaré eligiendo el camino equivocado.

27.