No hablo de excepciones, sino de realidades, porque "cuando el tiempo nos separa los recuerdos nos consuelan"
El hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras. Y yo, con este blog, decidí hacerme esclava de mis palabras, y apartar el silencio.


Seáis bienvenidos, seres únicos.







viernes, 17 de octubre de 2014

Desnudando margaritas.

Es de noche. Y este vivir me sigue sabiendo a sal. Ya no sabemos como sobrevivir(nos).
No sé, porque la noche, siempre tiene algún sueño que ofrecer. Me acaricia con sus promesas de "aunque venga el sol, yo nunca acabaré". Y siempre termina por acabar, cuando el sol me obliga a volver a la vida.
Prefiero vivir a la deriva. Que no necesito que me salven. Que estoy acostumbrada a la caída. Que prefiero mil doscientos acantilados, antes que un terreno llano, donde ya no sentir adrenalina. No sabes lo que es vivir de errores, ser siempre la que cierra las peores historias de naufragio.

"A ver si me voy a hacer muchas ilusiones, y no me van a caber en la realidad" me repetí hasta que asumí que era una cuestión de fe, no creerlo.

Tenemos muchos cómos, y ningún porqué. Y acabé llorando mares de dudas.
He hablado de mérito, de justicia. Y así, asumo que desde que soy, solo espero. Pero espero no esperar más de lo que asumo, que ya es bastante. Es como ir sin sentido hacia un precipicio, que se te había prometido como cielo.

¿Cómo te consigo abarcar en unos versos?. Me duele la garganta, y es, de gritar tu nombre. Tú, como mi verso octavo, de un poema 20 de Neruda. Y no te puedes imaginar lo bonitas que quedan las palabras, cuando están impresas en tus labios. Entender el amor como un paralelismo a tu boca. Y tus ojos, como el símil de una naturaleza hipnótica.
¿Y no es acaso el amor una palabra tonta para hablar de algo inabarcable?.

Lo cierto es, que no importa lo mucho que duela, si aquello que duele es algo por lo que morirías. "El dolor no será jamás tan definitivo como la muerte", piensas. Le escribo, le pienso, le sueño y por si acaso un día no está, me aprendo de memoria hasta su calor.

Y me sigue matando lentamente,
pero,
qué importa.
La vida también nos mata,
y es preciosa.

lunes, 6 de octubre de 2014

De fondo, alguien me oía gritar.

Las palabras se vacían y mis ojos se llegan de lágrimas. Escribir siempre ha sido una excusa. Siempre ha sido mi oxígeno. Siempre ha sido un estilo de vida. Siempre ha sido mi vida.
Y ahora, que te has ido. Que el vacío me agarra con más fuerza que nunca. No hay justificante para mi falta de emoción. Para la ausencia de ganas.

Ahora, que te has ido sin despedirte. Que jodida es la verdad. No hay nada eterno, no hay magia, ni chispas, ni hechizos. No hay razones para seguir viviendo, más las que uno se inventa. Hay pecados. Hay falsedades dibujadas en medias sonrisas de rostros tristes. Trenes que se van vacíos hacia el lugar donde amaste la vida. La pésima vida que nos ha tocado. La vida que sin mas razón deja de ser vida. Un paraíso inventado. Un beso nunca dado. Una ilusión nunca completada. Ya no sé si tenemos que dar las gracias al ser todo poderoso o intentar ser esclavos de nuestra existencia. Estamos solos.

A veces las oportunidades no llegan. O las vas a buscar tú, o te quedas sin ellas. Andamos sin más motivo que el de la incertidumbre de los días convirtiéndose en segundos ya pasados.
Todo se cae a pedazos, y el mundo ni siquiera tiene la decencia de detenerse y esperar a que recoja los trozos.

Y así, pasaron las horas.
Ultimo cigarro a tu salud.
Prometo escribirte.

Te querré, también en presente.

                                              https://www.youtube.com/watch?v=QB0ordd2nOI