Las palabras se vacían y mis ojos se llegan de lágrimas. Escribir siempre ha sido una excusa. Siempre ha sido mi oxígeno. Siempre ha sido un estilo de vida. Siempre ha sido mi vida.
Y ahora, que te has ido. Que el vacío me agarra con más fuerza que nunca. No hay justificante para mi falta de emoción. Para la ausencia de ganas.
Ahora, que te has ido sin despedirte. Que jodida es la verdad. No hay nada eterno, no hay magia, ni chispas, ni hechizos. No hay razones para seguir viviendo, más las que uno se inventa. Hay pecados. Hay falsedades dibujadas en medias sonrisas de rostros tristes. Trenes que se van vacíos hacia el lugar donde amaste la vida. La pésima vida que nos ha tocado. La vida que sin mas razón deja de ser vida. Un paraíso inventado. Un beso nunca dado. Una ilusión nunca completada. Ya no sé si tenemos que dar las gracias al ser todo poderoso o intentar ser esclavos de nuestra existencia. Estamos solos.
A veces las oportunidades no llegan. O las vas a buscar tú, o te quedas sin ellas. Andamos sin más motivo que el de la incertidumbre de los días convirtiéndose en segundos ya pasados.
Todo se cae a pedazos, y el mundo ni siquiera tiene la decencia de detenerse y esperar a que recoja los trozos.
Y así, pasaron las horas.
Ultimo cigarro a tu salud.
Prometo escribirte.
Te querré, también en presente.
https://www.youtube.com/watch?v=QB0ordd2nOI
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