Ya no queda mucho por aprender. Hay distancia y hay silencio.
Una sonrrisa fingida. Un paso en falso, no, mejor dos. No me arrepiento, o tal vez sí.
Que pare el tiempo, esto va a acabar conmigo.
Todo deja de funcionar. Adiós a esa bendita complicidad.
Y no hay mejor pincel que la imaginación.

No hay comentarios:
Publicar un comentario