La verdad es una batalla de percepciones. La gente solo ve lo que puede llegar a afrontar.
Lo importante no es lo que miras, sino lo que ves.
Su salida a la luz es inminente, un paso en falso y la red de mentiras que tejistes con tanto empeño se deshilacha por completo. Podrás retrasar por un determinado periodo de tiempo la huída de esos peces al mar, pero nada es eterno. Y menos, lo que se esconde tras la oscura sombra de tu innumerable lista de pecados y vicios pasajeros.
Y lo que aún desconocemos es, que los secretos más peligrosos, son los que nos ocultamos a nosotros mismos.

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