Hay pocas cosas tan ensordecerodas como el silencio. Profundo y simple. Tú callas como cobarde, pero tus sentimientos me hablan a gritos.
El que espera desepera. Dí lo que tengas que decir ahora, porque sabes que tarde o temprano el muelle va a quedar vacío, yo me iré, y la soledad abarcará un mayor espacio del que le corresponde.
Tal vez el crujir de la madera a medida que avanzo te haga cambiar de opinión, o tal vez no.
Te liarás un porro. Disfrutaras perdiendo el poco tiempo que nos queda. Sencillamente, el tatuaje en tu hombre derecho habla por si solo.
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