He oído decir que el presente no existe, y el futuro, tarde o temprano, se convierte en presente.
El tic-tac de las agujas del reloj es vicioso, no se detiene, ante nada, ni ante nadie. Hay que tener en mente, que a cada acto le sigue una consecuencia inmedieta e inminente.
Pero mil derrotas no te hacen ser vencido, porque si luchas, puedes perder y si no luchas, estas perdido.
Somos polvo de estrellas, un abrir y cerrar de ojos, una anécdota cualquiera, un cualquiera y un tesoro.
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