Y que más se le puede pedir al mundo. Un poco de tabaco para terminar esta noche con un sabor amargo, o mejor, un abrazo al destino. Un sí rotundo. Un doble, no, un triple infinito.
Cuando el tiempo se convierte en el peor de los enemigos. Cuando las distancias están tan estancadas que parecen insalvables. Cuando consigues lo que quieres, pero no lo que verdaderamente necesitas.
"Te apuesto un beso a que no puedes vivir sin otro"
Y el destino, baraja las cartas. Traicionero. Quien cree conocer su futuro, se arriesga a caer en su juego. Es parte del trato, el cual ambos dejamos pasar por alto.
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