No hablo de excepciones, sino de realidades, porque "cuando el tiempo nos separa los recuerdos nos consuelan"
El hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras. Y yo, con este blog, decidí hacerme esclava de mis palabras, y apartar el silencio.


Seáis bienvenidos, seres únicos.







viernes, 28 de diciembre de 2012

Las farolas alumbrando a mi propia sombra.

Y así es, me he vuelto a sentir como solía ser, como las cosas solían ser. Es extraño el recorrer el tiempo sentado en tu propia burbuja, esperando a que algo pase. Es inútil no actuar, no marcar tu propia ruta.
Cada lágima redamada como castigo divino.
Si todo pereciera y él se salvara, yo podría seguir existiendo; y si todo lo demás permaneciera y él fuera aniquilado, el universo entero se convertiría en un desconocido totalmente extraño para mí.
Aquí hay 23 cartas. Las escribí este verano. Cuesta creer que haya pasado tanto tiempo. Da la sensación de que los engranajes que condicionan el ser de las cosas no hayan parado ni una sola vez desde entonces. Una configuración casi tan perfecta como la de las primeras flores en primavera.
Es un misterio, atrapado por un enigma y envuelto en un velo. Tan predecible como al mismo tiempo improvisto y espontáneo, un par de contrariedades que se complementan. Lo sé. Y eso es lo que me enamora.


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