Matar la esperanza y vivir de recuerdos.
Me gusta porque no habla de defectos. "Hablas como si te hubieras hecho daño". Aquí, sentado, con un cigarro en mano, esperando a que el mundo explote, a que las profecías esta vez no se equivoquen. Quizás este pagando el precio de tener más de un vicio.
Agotamos hasta la última gota de inspiración.
Admito que he vuelto a soñar con los trenes de la estación del Norte, con las copas de más de una noche en vela mientras rondabas por los más recónditos espacios de mi mente.
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