Esperó demasiado, quizás más de lo que se merecía o podría llegar a merecer.Consumiendose lentamente, como aquella foto arrojada al fuego, poco a poco se desvanecía hasta convertirse en cenizas. Unas cenizas cargadas de historias. Tanto por contar. Tanto por hacer. Unas cenizas cargadas de sueños y esperanza. Tal vez un exceso de estas dos últimas cantidades la llevarián a enloquecer, en lo que al amor respecta.Todo es un cúmulo de casualidades, problablemente el destino exista de por sí, pero tú puedes imprimirte la historia desde la primera letra mayúscula hasta el punto y final. Si vives por vivir, y vives para morir, nunca te llevarás decepciones, pero problablemente estés despreciando cócteles de buenos momentos sin azúcares añadidos.
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