No hablo de excepciones, sino de realidades, porque "cuando el tiempo nos separa los recuerdos nos consuelan"
El hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras. Y yo, con este blog, decidí hacerme esclava de mis palabras, y apartar el silencio.


Seáis bienvenidos, seres únicos.







lunes, 25 de marzo de 2013

Me pesan tus ojos.

Un billete de ida a la luna. Y las respuestas no están dispuestas a dejarse caer.
Te tengo delante. Me cuesta admitir que el abismo de tus ojos cansados supera las espectativas de cualquier mortal. Sonrío. Tú conmigo. Y me reprochas no viajar con un libro en el bolso, sabes que yo soy más de tabaco. Aún así, ¿De qué serviría facturar mis fantasías?¿Mis noches en vela?¿Mi dulce adicción al olor de papel recién impreso?
Supongo que no serás capaz de comprenderlo. Al igual que no eres capaz de comprender el porque de un clavel sobre el marco de mi puerta. Un pez nadando contra corriente o el arcoiris.
¿Sabes que las gaviotas se alejan de la costa para morir?. Así es como me planteo tu mirada. Como un sin fín de gaviotas que huyen. Se me escapan. Se nos escapan.
La fobia y volar. Todo junto. No hay espacio para más. ¿Los recuerdos?. Los llevo a la espalda, al igual que tus ojos. Esos ojos que deliran, sueñan y me enloquecen hasta el punto de hacerme olvidar mi propio nombre. Ese embustero diccionario de la imaginación, donde, algún día, tú, entraste sin pedir permiso.



No hay comentarios:

Publicar un comentario