No hablo de excepciones, sino de realidades, porque "cuando el tiempo nos separa los recuerdos nos consuelan"
El hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras. Y yo, con este blog, decidí hacerme esclava de mis palabras, y apartar el silencio.


Seáis bienvenidos, seres únicos.







domingo, 25 de noviembre de 2012

Dicen que cuando una puerta se cierra, otra se abre. O al menos, eso es lo que me gusta pensar.

¿Sabes? Era de noche, y decidí andar descalza, sentir como el frío suelo recorría mi cuerpo de arriba a abajo, ¿Por qué?. Tú te fugastes, y contigo, los últimos escombros de mi orgullo.
Pediría justicia, pero que más da ya. Tu no estas y yo me consumo. Inconscientemente observo el movimiento de las agujas de reloj, y ese tic-tac incesante me abruma. Va demasiado rápido, y yo no quiero perderme. Pero, ¿quién no teme al tiempo? Es él mismo quien se encarga de convertir el presente en pasado, en fugaces recuerdos. Él es el que pone las pautas. Él es el que elige.
Y poco a poco te das cuenta de que no es la propia tierra la que te sostiene, sino él. Desaparezco de entre las sombras con unos pocos gramos de ilusión en un simple Malboro. Respiro. Y retomo el paso, indecisa, como de costumbre.


No hay comentarios:

Publicar un comentario