Destruyamos las palabras, dejemos volar nuestra imaginación, teletransportemos a Noruega., sí a Noruega, donde la gente se conforma con muy poco, eso me gusta.
Parece mentira que sigamos siendo tan niños, teniendo los mismos ideales. Aunque intentes ocultarlo, una parte de tí sabe que actuará como lo hubieras hecho hace tiempo.
Porque no eres capaz de mantener el puño cerrado más de dos segundos, porque las mariposas que volaban por el jardín aquella tarde de primavera, han vuelto.
Rendirse dejó de ser ya una opción. Nunca es tarde, ¿Me oyes? Hay que seguir luchando.
Por alguna razón estarás leyendo esto, hay algo ahí afuera que quiere que saques fuerzas de donde no las hay, no sé porque, pero tengo la sensación de que el destino te esta dando una segunda oportunidad, y no es el momento de desaprovecharla.
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