Te lo has planteado una y mil veces, eres consciente, pero no puedes evitar volver a sentir esas mariposas en el estómago.
Calada tras calada. Respira. Traga todo el aire que puedas de una sola vez y déjate llevar. Algunos no lo considerarían la mejor de las soluciones, pero a veces, lo actos inconscientes son los que nos conducen hacia ese estado que algunos denominan "felicidad".
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