Te voy a echar de menos cuando esté completamente cuerda, cuando sea feliz con otros, o simplemente sin ti. Cuando seamos felices e infelices estando solos. Te voy a echar de menos porque ya no somos los que fuimos, ni seremos los que éramos. Ni fuimos. Porque nunca seremos los que fuimos. Y que paradójico suena todo. Parece mentira que fuera ayer cuando sí fuimos ser. Y esto me está matando por dentro. Porque el amor mata, y ambos supimos esquivar la bala, y aún así, no hemos salido ilesos. Porque hay una diferencia importante entre las personas que pasan por tu vida, y las que la atraviesan.
Te voy a echar de menos cuando esté sobria, cuando mis pasos me lleven inconscientemente hasta la puerta de tu casa, y no nos queden besos de despedida en los labios. Porque, vivo entre una elección constante entre el lugar adecuado, y el momento oportuno.
Pero lo más jodido de echarte de menos, es que dejaré de hacerlo cuando alguien llame a mi puerta, y llene este vaso que has dejado vacío, para volver a irse, como lo has hecho tú. Porque, tú, no quieras atarme a lo que no concuerda.
Es como cuando conoces algo de casualidad, y desde entonces empieza a aparecer todo el rato.
Porque,
tu punto y final,
se convirtió en mi punto de partida.

No hay comentarios:
Publicar un comentario