No hablo de excepciones, sino de realidades, porque "cuando el tiempo nos separa los recuerdos nos consuelan"
El hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras. Y yo, con este blog, decidí hacerme esclava de mis palabras, y apartar el silencio.


Seáis bienvenidos, seres únicos.







miércoles, 12 de noviembre de 2014

Porfavor, perdóname.

No supe quererte mejor que otra. Hacía frío, y mis manos no supieron traerte el verano de vuelta. Te quise, y es cierto. Pero sobre eso, mis palabras no supieron hablarte. Un tú, y un yo, tan perdidos. Te quise también, un poco a oscuras, como persiguiéndote de cerca sin llegar a tocarte. Te quise como alguien a quien el miedo le ha dibujado la distancia sobre su pecho.
Y ojalá fuese distinto. Ojalá hoy y mañana, ojalá ayer y para siempre, tú te hubieses dado la vuelta, me hubieses esperado, hubieses decidido aprenderte definitivamente a alguien, y ese alguien, hubiese sido yo.
Pero hacía frío, y caminabas pensando en cómo querer sin hacerte daño, mientras yo ignoraba como decir tú nombre en voz alta. Te he querido tan en silencio, que si le pongo voz a lo que siento, parece que hablo en un idioma que ya nadie entiende.
Y ya ni siquiera puedo llorar, parece que hay un invierno que me ha congelado el interior, y afuera soy sólo piedra: una expresión póstuma. Una mueca de auxilio, unas ojeras, una mirada hacia un sitio de donde nada regresa. Siento estar lejísimos de cualquier lugar.
Ya nadie ama como atreviéndose a desnudar a alguien por completo. Apagan la luz, se acuestan juntos, se tocan con la necesidad, pero no con el sentimiento.

No se me ocurre un final alternativo,

para una historia,

que nunca ha empezado,

y duele.

Claro que duele.

           Te quiero. Y siento haberme olvidado. Me cuidas desde arriba. Yo te recuerdo desde aquí.

1 comentario:

  1. La parte de "Siento haberme olvidado. Me cuidas desde arriba. Yo te recuerdo desde aquí." me ha llegado muy mucho.
    Saludos <3

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