Y te levantas con ganas de escuchar su voz, esos susurros al oído, esas sonrisas que apenas duraban un par de segundos, pero eran más que suficientes para hacerla actuar como si él fuera todo su mundo.
Tenían sus dudas, pese a todo, el tiempo se puso a su favor.
En que estaria pensando, no son más que errores, uno tras otro, no hay pautas ni convicción. Desgraciadamente, lo hecho hecho está.
Tal vez contenerme las ganas de besarte haya sido la opción equivocada.
-Bailamos? Me apetece-
Salvar la distancia con un beso, que tentador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario