No hablo de excepciones, sino de realidades, porque "cuando el tiempo nos separa los recuerdos nos consuelan"
El hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras. Y yo, con este blog, decidí hacerme esclava de mis palabras, y apartar el silencio.


Seáis bienvenidos, seres únicos.







lunes, 26 de enero de 2015

Y ya son tuyas, 23 primaveras.

Yo nunca he sido el momento adecuado, ni para él, ni para nadie. Pero eso, hasta que llegaste tú.

Pensar en el pasado hace que me sienta segura; el futuro, por otra parte, me parece demasiado inestable. Abismos y paralelismos a la incertidumbre.
Pero lo cierto es, que si sonríes, te juro que el futuro que deseo es alguno en el que pueda verte sonreír cada día. No eres tú, ni siquiera soy yo, es la vida. La mía, en concreto. Mi vida y la forma que toma cuando estás a mi lado.
Sé que cuando uno quiere, y cuando mira a la persona a la que quiere, parece ver un mundo maquillado; pero te prometo que, pese a los adornos, sigues siendo lo más parecido a la calma que jamás he conocido.
Tú pusiste fin a un mundo de tormentas, un mundo donde en cualquier parte en la que estaba, sentía no estar en ningún sitio. "Igual el truco consiste en estar siempre, como nunca." me repetía. Y que bonita sonaban las mentiras por aquel entonces.
Pero que cierto es, que no sabría explicártelo tan bien como cuando te toco, y mis manos sobre tu cuerpo parecen estar dándote las gracias.
Te he querido sin saberlo, sabiéndolo, y en todas las formas verbales que existen. Te he querido de noche, de día y a deshoras.Te he querido de espaldas, de frente y debajo, te he querido encima y de lado a lado, y tengo que confesarte, que donde mejor me quedas, es cerca.
Te quiero de esa forma que no tiene forma, de esa que no cabe en las palabras, ni siquiera en la cabeza de uno. Te quiero sintiendo la profundidad de un algo que no toca fondo, de un infinito que se me encierra adentro y se expande, continuamente. Y te quiero así porque es maravilloso, porque si sonríes, prometo que no voy a interrumpirte, por muchas ganas que tenga de jugar con tu boca.

Ojalá algún día consiga que te veas con mis ojos,
pero no te preocupes,
que mientras tanto, tengo la intención de no dejar
de mirarte nunca.
Y tenía ganas de escribirte así.


Feliz cumpleaños, G.







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